El ex boxeador, contó que en ese momento estaba sufriendo una recaída en las drogas y el alcohol, pero un médico, el  Dr. Gerry, le recomendó que se animase a ingerir el veneno del animal.

Tyson ha remarcado en las últimas entrevistas que la marihuana lo ha ayudado mucho para escapar de drogas como la cocaína que arruinaron su vida. Pero nada se sabía que además de la planta, se animó a probar algo único.

»Es casi como si murieras y renacieras», confesó. Mientras que el Dr. Gerry, explicó: »Básicamente fui testigo de cómo Mike liberaba todo lo que cargamos».

Tras aquella experiencia, nunca más volvió a caer en los viejos y malos hábitos, aunque no fue la única vez que fumó el veneno: »Y lo hice tres veces. Me quedé ahí. Tuve que hacerlo de nuevo. ¿Qué demonios? Quería volver ».

Para Tayson la historia del sapo es divertida, pero también es una historia que lo hace sentir bien, es una historia sobre la mejor persona en la que se está convirtiendo, no la persona que solía ser.