No hacerlo puede causar diversos problemas en la piel. ¿El motivo? La piel de la cara es una de las más sensibles de todo el cuerpo.
Desmaquillarse y lavarse la cara antes de acostarse debería ser una costumbre diaria ya que con ello no sólo eliminamos los restos de maquillaje, sino también la suciedad que se ha acumulado en el rostro a lo largo del día.
1. Poros atascados
Los poros son diminutos orificios por los cuales respira la piel. Cuando el maquillaje no se quita y la cara no se lava antes de acostarse, los poros se obstruyen por la retención de sebo (grasa que segrega la piel) y de células muertas acumuladas en la piel.
“El uso extenso y prolongado de cosméticos -sobre todo aquellos que contienen vaselinas o algunos aceites vegetales-, favorece la obstrucción de los poros y la aparición de espinillas”.
2. Piel seca
El maquillaje básicamente sofoca la piel. Los polvos y las bases de crema se asientan en los poros y no la dejan respirar, razón por la cual no puede hidratarse. Sin embargo, mientras dormimos nuestra piel tiene la oportunidad de repararse, por eso no debemos bloquear esta regeneración dejando el maquillaje sobre el rostro.
“Un problema común con el que nos encontramos los dermatólogos es el llamado ‘acné cosmético’. Es un tipo de acné que aparece o se agrava por los componentes oleosos presentes en algunos tipos de maquillaje”.
Además, añaden que “muchos maquillajes resecan la piel, con lo que ésta se aprecia deshidratada y poco luminosa, las arrugas de expresión son más evidentes y en ocasiones aparecen ‘irritaciones’”.
3. Envejecimiento
“Las células de los órganos con capacidad de regeneración se mantienen constantes. La piel y sus distintas capas están en permanente renovación, a través de unas células, denominadas células madre que son las responsables de reemplazar las células que mueren para así mantener la integridad cutánea”.
Ahora bien, si no quitamos el maquillaje y no dejamos que la piel se regenere durante esas horas, el resultado será negativo: aumentará el estrés de la tez y se observarán signos de envejecimiento prematuro. Las arrugas y los puntos negros aparecerán con mayor rapidez.
Asimismo, el estrés “puede empeorar enfermedades dermatológicas previas como la psoriasis, el acné o la dermatitis atópica, entre otras”.
4. Granitos
Al dejar el maquillaje en la cara durante toda la noche, estarás creando el entorno perfecto para las espinillas.
Para mantener una piel sana es fundamental desmaquillarse. Para ello “existen jabones (aconsejables para pieles grasas), emulsiones (bien toleradas para todo tipo de piel), aceites y syndets (para personas con pieles secas), geles limpiadores (adecuados para pieles con tendencia acneica) y tónicos faciales (se usan para después de la higiene de la cara)”.
5. Irritación
La piel del rostro es sumamente sensible. El maquillaje obstaculiza las partículas que el cuerpo genera para que la piel se repare y esto puede causar hinchazón, erupciones o extrema sequedad.
Los dermatólogos Bassas y Freixas apuntan que “el 90% de los cambios en la piel asociados a la edad son consecuencia también, de la radiación ultravioleta” y añaden: “El hábito tabáquico influye negativamente sobre nuestra piel, los individuos fumadores presentan arrugas más profundas y tempranas, una piel más apagada y ojeras más marcadas”.
Para mantener la piel sana es recomendable “mantener una dieta equilibrada y variada, un buen descanso nocturno y una constancia en el ejercicio físico ya que estimula la circulación sanguínea y aumenta el aporte de nutrientes y de oxígeno”.
Ya sabes, no importa cuáles sean las condiciones en las que estás cuando llegas a casa, quitarte el maquillaje es una manera natural y fácil de mantener la piel sana y feliz. Incluso descansar del mismo también es fundamental: uno o dos días a la semana con el rostro al natural. Si a esto le sumas un poco de crema hidratante cada día, ¡darás con la rutina perfecta para un rostro saludable y vital!