Kim Kardashian estaría dispuesta a pedirle el divorcio a su esposo Kanye West debido a la confesión que hizo en su apertura de campaña para la presidencia de los Estado Unidos, al asegurar que Kim tenía en mente abortar a la primera hija de la pareja, North, por lo que la modelo sintió que West la exhibió en su intento de validar su postura política sobre el aborto.
Como evidencia relató que tuvo que convencer a Kardashian para que ella no siguiera con la idea de abortar a su hija. Según dijo Kanye, ella no quería tener hijos en ese momento, pues se mantenía en su punto alto de su carrera como modelo, mientras que él también se encontraba en el pico de la suya.
Sin embargo, afirmó que fue su religión lo que le hizo reconsiderarlo:Casi mato a mi hija. Entonces, incluso si mi esposa se divorciara de mí después de este discurso, ella trajo a North al mundo, incluso cuando yo no quería, se puso de pie y protegió a esa niña.
Estas declaraciones han hecho que la socialite enfureciera contra su esposo, específicamente la parte en la que él dijo que ella tendría en la mente divorciarse de él, algo que se lo tomó como algo personal.
Según el portal de noticias TMZ, algunos amigos cercanos a la pareja se encuentran muy preocupados por la condición psicológica de Kanye West, ya que sufre de trastorno bipolar, e inclusive recomendaron a la familia que busquen ayuda profesional para el cantante.
Kanye también reveló que él estuvo en un papel similar, pues sus padres consideraron abortarlo cuando se encontraba en periodo de gestación por el mismo motivo que él había tenido para con su propia hija: Mi papá quería abortarme. Mi mamá me salvó la vida. No habría habido Kanye West, porque mi papá estaba demasiado ocupado.