Meghan Markle, de 38 años, podría tener que ayudar al príncipe Harry, de 35, para que pueda vivir y trabajar en los Estados Unidos de manera permanente, dijo un abogado de inmigración de alto rango al sitio Page Six. Desde el martes, el duque y la duquesa de Sussex ya no representan a la familia real británica y se están embarcando oficialmente en su nueva vida “financieramente independiente” en Los Ángeles.

Si bien Harry podría haber trabajado mientras la pareja vivía en Canadá durante los últimos meses, ya que es parte de la Commonwealth, las reglas son completamente diferentes en los EEUU, dijo el letrado especializado en inmigración de Nueva York al citado medio.

El hijo de Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales ya no tiene estatus de royal, es un ciudadano más y no puede instalarse en los Estados Unidos de cualquier manera.

Tras la mudanza a Malibú, el nieto de Isabel II tiene que atravesar complicados caminos para conseguir una visa permanente que le permita trabajar en dicho país. El hermano del príncipe William tiene que conseguir la famosa Green Card ya que la visa de turista no le permite hacer negocios. Y eso no es tan fácil de conseguir. Así que necesitará que un estadounidense o una empresa norteamericana lo solicite a la Oficina de Inmigración.